ENTRENAMIENTO DE FUERZA PARA REHABILITACIÓN DE RODILLA
21 Marzo 2019
TRABAJO DE FUERZA DESPUÉS DE INTERVENCIÓN DE LIGAMENTOS CRUZADOS
El entrenamiento de fuerza es clave después de una lesión y/o intervención quirúrgica. En coordinación, tanto de nuestro equipo médico y del equipo médico encargado de la intervención o lesión del cliente, determinamos el momento adecuado para iniciar el programa de refuerzo muscular selectivo. Evaluamos la musculatura más afectada/debilitada y elaboramos un plan de entrenamiento individualizado en cada caso.En este post vamos a explicar un caso específico de refuerzo muscular selectivo después de una intervención de ligamentos cruzados de rodilla.
Alessandro, se lesionó los ligamentos cruzados de la rodilla derecha con 25 años y jugando a fútbol en un mal aterrizaje después de un salto. Dicha lesión se produjo el 11 de febrero de 2018. Le realizaron una cirugía de semitendinoso y grácil el 27 de Abril de ese mismo año. Para explicarlo de forma sencilla, en este tipo de intervención extirpan parte del tendón de la pata de ganso (normalmente del tendón del semitendinoso y en este caso también del grácil) para reinsertarlo en el lugar del ligamento cruzado anterior roto.
La operación fue un éxito y recuperó gran parte de la movilidad a los 4-6 meses, pero seguía teniendo molestias, inestabilidad funcional y le faltaba rango de movimiento en los extremos de movimiento de flexión y extensión de rodilla.
Pudimos determinar un evidente desequilibrio de fuerza entre el lado derecho (intervenido) y el izquierdo especialmente en los músculos flexores de rodilla (isquiosurales) y también los extensores de rodilla (cuadriceps). La medición de fuerza en la musculatura flexora de rodilla se realizó con la máquina isocinética de resistencia adaptativa ARX . La medición de fuerza en los extensores de rodilla se realizó con un dinamómetro digital adaptado a las máquinas MedX.
También detectamos desequilibrio de fuerza en los cuadriceps derecho respecto al izquierdo, en especial en la parte final de la extensión de rodilla.En la gráfica superior podemos observar cómo el día 21 de Noviembre, al iniciar el programa existía una evidente diferencia de fuerza entre ambos lados, el lado izquierdo presentaba un 27% más de fuerza máxima de la musculatura flexora de rodilla respecto al derecho y de un 47% más en la cantidad de fuerza total ejercida durante la serie de 1,30 minutos aproximadamente.
Alessandro realizó un programa de refuerzo muscular general, pero muy centrado en mejorar la fuerza de la musculatura de la rodilla, cadera y tobillo. Trabajó de forma aislada los isquiosurales y cuadriceps con un programa de Slow Training a través de un rango completo de movimiento de forma unilateral y ejercicios compuestos bilaterales como la PRENSA de piernas. Hay que tener en cuenta que la intervención que sufrió afectó de manera clara a la musculatura flexora de la rodilla (en especial al semitendinoso).
Utilizó el protocolo de ejercicio clínico 2 veces a la semana con una sola serie por ejercicio hasta el fallo CONCÉNTRICO con un TUL (tiempo bajo carga muscular) de entre 1,30 y 2 minutos aproximadamente. Las sesiones tenían una duración 30 minutos e incluían unos 10 ejercicios diferentes de media.
En la gráfica superior podemos observar la mejora de la fuerza en la musculatura flexora de la rodilla (isquiosurales) después de uno y tres meses aproximadamente. Después de un mes de entrenamiento (línea de color azul) la mejora en la musculatura flexora de la rodilla derecha mejoró un 15% en la fuerza máxima y un 41% en la fuerza total acumulada durante la serie. Después de 3 meses de entrenamiento la fuerza (línea de color rojo) la mejora en la musculatura flexora de la rodilla derecha mejoró un 56% en la fuerza máxima y un 80% en la fuerza total acumulada durante la serie.
La fuerza máxima en el lado derecho pasó de 103 ft/lbs a 161 ft/lbs. El lado izquierdo pasó de 131 ft/lbs a 170 ft/lbs, mejoró, aunque lógicamente menos, ya que había no sufrido lesión, aunque estuviese por debajo de su potencial.En la gráfica anterior podemos observar que después de aproximadamente 3 meses de entrenamiento la diferencia de fuerza entre los flexores de rodilla del lado derecho e izquierdo se había disminuido a un 5% en la fuerza máxima y un 9% en la fuerza total durante la serie.
Paralelamente a la mejora en la fuerza de los isquiosurales, cuadríceps, gemelos y musculatura de la cadera, columna y brazos, la estabilidad, rango articular y molestias en la rodilla han mejorado de forma clara, y aunque aún falta un poco de trabajo y tiempo para acabar de reforzar y regenerar tejidos en la rodilla, podemos decir que Alessandro está preparado para iniciar una fase de readaptación al deporte si se considera oportuno.
Consideramos que se debería haber iniciado antes un programa de refuerzo muscular selectivo. Es posible según la persona iniciar la fase de potenciación muscular selectiva después de unas 8-12 semanas de la intervención y en sincronía con el equipo médico.
Estos datos reflejan de forma clara y contundente que un adecuado trabajo de fuerza realizado con un protocolo de entrenamiento como el que realizamos en Slow Training garantiza ganancias de fuerza de forma eficaz, eficiente y segura.
Comparte: