ES MÁS FÁCIL PONERSE UNA MASCARILLA QUE CAMBIAR DE HÁBITOS
01 Octubre 2020
ES MÁS FÁCIL PONERSE UNA MASCARILLA QUE CAMBIAR DE HÁBITOS
Esta pandemia ha demostrado que el sector del Ejercicio y del Entrenamiento de Fuerza no ha comunicado bien su mensaje en los últimos años y que este virus ha atacado a una sociedad más enferma de lo que creíamos.Sin entrar en ningún tipo de debate sobre el virus y la respuesta ante éste, podemos afirmar que el SARS-CoV-2 afecta de forma mucho más severa a la población de riesgo y con patologías asociadas al síndrome metabólico (obesidad, diabetes, hipertensión, problemas cardiovasculares). Para ello vamos a adjuntar estudios y estadísticas que no dejan ningún tipo de dudas al respecto.
A pesar de la aplastante y contundente relación estadística, cada día escucho frases del estilo… “pero también hay gente sana sin patologías previas que ha muerto por este virus”. Mi respuesta es clara; evidentemente, también hay muertos de cáncer de pulmón no fumadores y no por ello está demostrado estadísticamente la correlación entre fumar y el riesgo de padecer este tipo de cáncer.
Yo lo tengo claro, muchas personas son de riesgo porque ellos solos se han puesto en riesgo por un estilo de vida insalubre, especialmente por una inadecuada alimentación repleta de comida procesada, exceso de azúcares y por la falta de ejercicio (especialmente por la falta de función muscular y capacidad del metabolismo del músculo en utilizar la energía), lo que ha provocado un incremento de la inflamación interna asociada a las denominadas citoquinas inflamatorias (IL6, TNF-alfa,…), la menor capacidad de los tejidos en utilizar la energía, la disminución de las miocinas (citoquinas antiinflamatorias secretadas por la musculatura) y por la afectación del sistema inmune innato (que está desbordado luchando contra la inflamación interna).Pero...
¿Qué significa ser de riesgo?
¿No es para muchas personas el resultado de las decisiones y del estilo de vida que han adoptado en los últimos años?
El doctor de urgencias y especialista en Ejercicio de Fuerza Doug McGuff dejó claro en su reciente conferencia en el Congreso de SLOWTRAINING que este virus ha atacado a una sociedad ya enferma y que este hecho ha provocado consecuencias sanitarias multiplicadas que, en bastantes casos, se podrían haber evitado si la sociedad hubiera estado más FUERTE y sana.
En este estudio se detalla la relación entre el síndrome metabólico y el COVID-19:
estudio
En este otro estudio se relaciona los efectos del COVID-19 con el tabaquismo y la tormenta de citoquinas en los pulmones:
estudio
Este artículo relaciona los ingresos por UCI y complicaciones del COVID con el soprepeso y obesidad:
artículo
Y este articulo asocia la fuerza con el riesgo de patologías cardiovasculares
artículo
Estos datos dejan un mensaje contundente que debería haber hecho reflexionar a una gran parte de la ciudadanía; pero mas bien, lo contrario ha sucedido.
La población, en general, durante estos meses ha perdido condición física (en parte debido al confinamiento y al miedo a realizar actividades fuera de su entorno), se ha incrementado el consumo de azúcares y comida procesada (es muy bonito eso de hacer pasteles y bollería en familia), se ha reducido la aportación de Vitamina D por falta de exposición al sol,… lo que no sólo les ha puesto en mayor riesgo, sino que ha incrementado el riesgo de mortalidad por ECV (enfermedad cardiovascular), que es la primera causa de mortalidad en nuestro país.
Me sorprende cómo, de repente, muchas personas miran por su salud mostrando su miedo a contagiarse y a la muerte (lo que es entendible), pero lo hacen descuidando su salud con un paquete de tabaco en la mesa (anunciando que mata), con sobrepeso, sedentarismo (que mata a 18 millones de personas en el mundo cada año), y compartiendo una comida repleta de azúcares procesados y grasas proinflamatorias mientras dicen que no pueden ir al gimnasio porque es un lugar de riesgo.
Me sorprende también, como en el caso de nuestras instalaciones de Barcelona, que los políticos obligaran en Julio a cerrar los centros de entrenamiento especializados en salud (incluidos centros pequeños personalizados que ya estábamos abiertos en fase 1), los cuales que habían realizado un esfuerzo ingente en seguir todas las normas sanitarias anti-contagio y que, en su mayoría, ayudan a mejorar la salud de la población y donde prácticamente no se han dado casos de contagio directos, comparándolas con discotecas y espacios de ocio.
Incluso a día de hoy, a pesar de controlar la temperatura corporal y usar a geles hidroalcoholicos antes y después de cada sesión, limitar el espacio al 10-20% de aforo con todas las sesiones reservadas por cita previa, la utilización de mascarillas, mantener distancias de seguridad y la limpieza de cada máquina después de su uso, sigue habiendo personas que tienen miedo a entrenar, lo cual me apena… por todo lo expuesto anteriormente.
Por esta razón, soy el primero en acusarme y decir que algo estamos haciendo mal a la hora de explicar a la sociedad nuestro mensaje. Un mensaje que hace que la gente vea el músculo como algo secundario y estético y no cómo el TEJIDO CLAVE en mantener tu salud, tu esperanza de vida, tu función metabólica y hormonal….aunque hay que reconocer que estos efectos PRINCIPALES del entrenamiento de Fuerza son invisibles, mientras que los efectos secundarios del ejercicio (estéticos y de ganancia de masa muscular) son más visibles.
La importancia que tiene el trabajo de fuerza nos permite seguir trabajando en SLOWFIT con la máxima ilusión y orgullo de poder seguir ayudando a nuestros clientes a mejorar su salud optimizando la fuerza de forma eficaz, eficiente y segura y mejorando la respuesta del organismo ante una amenaza (tanto sea una carga externa como un patógeno)
PORQUE TU SALUD ES MUCHO MÁS QUE LLEVAR UNA MASCARILLA.
Comparte: