“EL GIMNASIO ES PARA GENTE JOVEN, NO ES PARA MI”- ¿TODAVÍA LO CREES?
16 Enero 2023
“EL GIMNASIO ES PARA GENTE JOVEN, NO ES PARA MI”- ¿TODAVÍA LO CREES?
Hace ya más de 8 años empecé a entrenar a Luis en el centro que teníamos antes, en la octava planta del Edificio Beethoven de Barcelona.
Luis era un ejecutivo sobre los 50 años, muy atareado y con poco tiempo. Por suerte, trabajaba en el mismo edificio donde Slowfit tenía el centro y pensó que era una oportunidad única para mejorar su condición física y preparar su musculatura para una de sus pasiones que es el golf.
Al estar vinculado al mundo de la salud y prevención en las empresas, él era consciente de la importancia de una adecuada preparación física como herramienta de salud. Aunque todavía no había probado en sus carnes cómo un entrenamiento de fuerza con la metodología SLOWFIT podía cambiar tanto su cuerpo como su salud con una inversión de tiempo tan pequeña (1 o 2 sesiones de 30 minutos semanales, que en su caso era casi siempre 1 sesión por compromisos laborales).
Luis se convirtió con los años en un acérrimo defensor del entrenamiento de fuerza con la metodología Slowfit, ya que no solo lo comprobó con sus sensaciones, sino que se sorprendió al ir midiendo la evolución de su composición corporal que se hacía cada año por Bioimpedancia a través de la empresa (era uno de los que mejor había evolucionado de su empresa a sus más de 50 años). Había perdido algo de peso, pero sorprendentemente, había ganado músculo y perdido varios kilos de grasa a través de las diversas mediciones. Además, habían mejorado mucho sus problemas lumbares y le permitían jugar a Golf con menos dolor y mejor rendimiento.
Luis fue uno de los causantes de que, junto a Albert, iniciáramos un proyecto más ambicioso, el actual SLOWFIT, para nosotros el “Bulli” del entrenamiento personalizado de Fuerza para la salud y no sólo comprobó las mejoras en su cuerpo, sino que, como es habitual en nuestro centro, convenció a su pareja Pilar.
Pilar nunca había ido a un gimnasio por la idea que tenía de éstos en su mente, pero probó ante su insistencia. Varios años después Pilar es una asidua al entrenamiento SLOWFIT y no falla en sus 2 sesiones semanales. Su cuerpo y su vida cambió como nunca antes había imaginado. Pilar, junto a Dani, se ofreció a grabar este vídeo explicando su experiencia.
Sus hijos, también decidieron venir. Luis jr y Manuel se sorprendieron de la eficiencia y personalización del entrenamiento e hicieron muy buenas migas con David, uno de nuestros entrenadores personales y director de nuestra academia de formación.
Pero eso no es todo. Después de no dejar de escuchar constantemente sobre los beneficios del entrenamiento de FUERZA SLOWFIT, los papás de Luis también decidieron venir. Carlos y Mercedes empezaron a acuidir al centro de forma regular hace ya unos 4 años y son constantes con su sesión de 30 minutos de Fuerza a la semana.
VÍDEO CARLOS. 91 años trabajando con resistencia motorizada.Mercedes tiene una vitalidad increíble y, con más de 82 años, parece que ha hecho un pacto con el diablo. Carlos, con 91 años, mantiene una vida activa, ha ganado fuerza y cómo podéis comprobar en el vídeo, es capaz de realizar fuerzas de empuje de más de 120 kg. durante más de 1 minuto en nuestras máquinas de tecnología robótica que se adaptan a cada persona de forma individualizada.
Tenemos muchas historias como esta en SLOWFIT, lo puedo asegurar. Por esta razón, no ceso en mi empeño de explicar a la sociedad que el ESTIGMA del entrenamiento de fuerza y los gimnasios es un error y que cualquier persona independientemente de su edad y condición (especialmente conforme nos hacemos mayores) debería invertir en entrenar su musculatura de forma eficaz, eficiente y segura. Porque un futuro saludable es posible y no requiere de largas y tediosas sesiones, ni ejercicios rebuscados y complejos.
Debes saber que una musculatura fuerte es nuestro mejor seguro de vida, hay muchos estudios científicos al respecto.Solo bastan 1 o 2 sesiones de 30 minutos a la semana, una adecuada enseñanza, metodología, tecnología y constancia.
Para acabar, solo me gustaría recordar el día que tuve a mi hija Inés, hace ya más de 6 años, la comadrona me hizo recordar que muchas personas adultas todavía piensan respecto al entrenamiento de fuerza, al decirme:
-Ahh!!! tienes un gimnasio, eso le iría muy bien a mi hija.
Mientras, pensaba para mis adentros:
-“No, señora, a usted le iría mucho mejor que a su hija”.
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